Si quieres ser el centro de atención, no hay nada mejor que ir en el vocho de Jorge. Es un entrañable escarabajo b/n que arranca las sonrisas de niños y mayores a su paso.
El sábado me desperté con la resaca de la cena del día del cariño, que se saldó con una ruptura dramática en plena cena, una discusión de chicas por compartir baile con uno de los "chicos" del centro (no, esta vez no fui yo!) y un par de "bailecitos agarraos" propios de la tierra.
Iba camino del mercado para buscar mis tomates, cuando hablé con Gema y me planteó: "Nos vamos al Biotopo del Quetzal, ¿te apuntas?". Vale, en media hora estoy.
Jorge, Laetitia y Gema como compañeros de viaje; el vocho como vehículo infalible y muchas horas de carretera de terracería por delante. Atravesamos pueblos curiosos, con mayoría de población indígena y con excesos monumentales perpretrados por las remesas.
En un principio pensábamos que serían sólo unos diez kilómetros.. pero al final resultaron ser setenta kilómetros, a una velocidad media de 15/20 km/h. No exagero. Nos adelantaban rancheras atestadas de gente.. todos sonrientes ante el espectáculo del vocho bicolor.
En el largo camino, tragamos mucho polvo, nos acostumbramos al trickitracka de los baches y disfrutamos de tres tipos de paisaje diferentes: bosques, montañas y zonas arrasadas pendientes de recibir una capa de asfalto para dar la bienvenida a la civilización.
Tuvimos varias paradas en mitad de la carretera, sin más tráfico que unas cuantas rancheras y una moto de la policía nacional civil.
Echamos de menos un bocata de chorizo para disfrutar de las vistas, que hubiéramos regado con una botella de Casillero del Diablo que traía Jorge.
Almorzamos a las cinco de la tarde en El Rabinal, el primer atisbo asfáltico después del oasis en forma de Gallo que nos ofreción el pueblito de Granados. La noche se nos echó encima y acabamos en Los Ranchitos del Quetzal jugando al póker mientras esperábamos la cena y con una agradable tertulia sobre multiculturalidad, nacionalismo, cultura y presión fiscal.
EN BUSCA DEL QUETZAL
El quetzal es el ave nacional de Guatemala. Es un pájaro de plumas vistosas tornasoladas que es muy raro encontrar. En la visita al Biotopo únicamente se recorre un 5% de la reserva, por lo que las probabilidades de observarlo son mínimas.
Durante un paseo de tres horas, contemplamos diferente fauna y flora: víboras, pajarracos, renacuajos, insectos, árboles de 400 años, muchas epifitas (que para mí son parásitos del árbol tipo bromelia, pero me cuentan que no es así...) y musgos de diferente clase. Se trata de un ecosistema particular que llaman "bosque nuboso" por la condensación de la humedad en las hojas de árboles y arbustos.
Charlas, descansos, planes de futuro, escapadas de fin de semana... y caminatas en silencio para recuperar el aliento! Así nos pasamos el rato antes de llegar a la piscina helada que despide la visita, donde metimos pies y cabeza para refrescarnos antes de emprender el regreso.
Hacía tiempo que no veía renacuajos.. fue divertido observar cómo se acercaban a mis pies.. ;))
Nos despedimos del paisaje de helechos con una Gallo fresquita y un sandwich de jamón y queso... Justo antes de ir a por el coche y, gracias al aviso del intrépido Erick, disfrutamos de una recompensa inmerecida: un tranquilo quetzal que paseaba de rama en rama en una fresca mañana de domingo.
Esa es la historia de cómo tuvimos la fortuna de divisar un quetzal. El resto es un almuerzo a base de Kackik (o C'aq iq'), guiso típico de las Verapaces, y la mítica botella de vino chileno antes de regresar a casa.
Me gustan los planes que surgen de la nada.
AB
lunes, 18 de febrero de 2008
Sobre la marcha
en 16:01
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4 comentarios:
traete un coche de esos pa mi y te devuelvo al juancri!Besitos!
ya le he dao a eso de devlver!!!!Muak
siempre quise ir a LA...
dejar un día esta ciudad.
cruzar el mar, en tu compañía...
la la lá...la la lá...
en cadillac, nop, ni en vocho como tú en Antigua...pero si en autocaravana!!!
hoy te llamo cuando regrese del banco y te cuen!!!
tu hermana mayor que tú
acabo de ver lo bien que te lo pasas en contacto con la naturaleza, pero cuidate ese intestino, que somos lo que comemos y por eso te duele la cabeza, si tu intestino no está bien tu mente cae enferma! El sabado me acorde mcuho de ti en el traslado de pasión, le diré a tia pilar que te mande las fotos! el sabado ignauguran el salvador.
Un abrazo. mama
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