miércoles, 30 de enero de 2008

En marcha...

Esta semana si que está siendo productiva, pero hoy cierro el chiringuito a medio día! ;))

Estamos avanzando en un montón de historias que teníamos atrasadas, pero por problemas de Madrid todo se queda medio parado.. boh?

La municipalidad, después de tres semanas de haber tomado el mando, empezó a arreglar los socavones de las calles.. una ciudad Patrimonio de la Humanidad como Antigua no se merecía ese adoquinado maltrecho. Lástima que se limiten a tapar agujeros y no se planteen una recuperación seria de las aceras destrozadas.

Y cuatro meses después de llegar a este país emprendo mi primer viaje! Saldremos hacia el norte, hacia el Petén. Aún no tenemos nada decidido, pero el plan preliminar es Cuevas de Candelaria>Sayaxhé-Aguateca>Tikal>Yaxha>Cobán o Río Dulce-Livingston. Ya veremos!

Feliz semana, pensaré en vosotros.



AB

martes, 29 de enero de 2008

Martes, 29 de enero

Hoy está siendo un día completo... estamos adelantando algunas de las cosas que teníamos pendientes y nuestras propuestas están saliendo adelante.

Además, hoy me desperté en mi casa... la primera noche ha sido movidita: salí de mi excasa más allá de las diez, después de una agradable charla con David; me fui a la cama tarde, después de terminar de sacar mi bártulos; sentí frío y me eché un edredón más encima... lo peor ha sido la televisión de un vecino, que no ha dejado de gritar en italiano a cada rato! booh?

Pero la fecha del 29 de enero no deja de dar vueltas en mi cabeza desde hace un par de meses, cuando Isa me dijo que vendría a trabajar a Nicaragua.

Hace un mes, estábamos celebrando su cumpleaños en Burgos. Hoy, estaremos celebrando cualquier cosa en Antigua.

Son las 15.40, en una hora debe estar aterrizando.



AB

lunes, 28 de enero de 2008

Habemus domus: se reciben huéspedes

Sí, por fin... He perdido unos meses estupendos intentando encontrar algo bueno, bonito y barato en Antigua, pero no ha sido posible!

Cuatro meses después, tras la posibilidad fallida de quedarme donde vivía ocupando la habitación de David si se marchaba a Buenos Aires, he acabado alquilando uno de los apartamentos que visité en mis primeras semanas aquí.

La conclusión... pues mientras antes te decidas, mejor! Cualquier habitación con baño y fogón en Antigua te cuesta medio riñón, si quieres algo más decente o pagas, o te vas a castroculo.. pero ni por esas! Lo que encontré en las afueras, a algo menos de media hora de la oficina a pie, estaba sin amueblar, era en casa de una familia o tenía el tejado de plástico.

Así que he acabado en un apartamento de un solo ambiente, con un rincón de cocina y un armario-baño estupendo. La renta? más de lo que pensaba, pero puedo pagarlo, obviamente.

Es pequeñito, pero acogedor! Ahora necesito un tiempo para acomodarlo, organizarme y disfrutar unos días de la independencia... pero en un mes estoy listo para recibiros! Ya he recibido la primera candidatura desde el Lago de Izabal, hablamos!

También está confirmada la visita de una pareja estupenda en marzo (en Semana Santa...), así que.. hagan juego, señores!



AB

domingo, 27 de enero de 2008

Sábado completo, con dos hielos

Me desperté temprano, ya he cogido el hábito, y me fui al mercado. En realidad mi plan era pasear por las afueras de Antigua, para ampliar mi conocimiento del terreno (algo básico en los animales es conocer su entorno y marcarlo, no?); así que con mis tomates (a queztal la libra, oiga! baratísimos!) y mis aguacates (a 15 quetzales la mano...), me puse en marcha.

Subí por la nueva cuesta empedrada que da acceso a la zona 4 y 6 de San Felipe de Jesús. Una zona angosta, de calles de terracería y gentes sonrientes. Todo en silencio. Pequeñas ventanucas con algún logotipo de Pepsi, Tortrix o Salvavidas servían de tiendas de desavío. Una cuesta de bajada muy empinada llegaba hasta el hospital nacional Pedro de Betancourt.

Siguiendo mi camino, pasé por el mercado de San Felipe, la finca Filadelfia, y una tienda de bicicletas usadas en la entrada de Jocotenango. Desde allí, callejeando entre artesanos de la madera, llegué hasta la plaza de la iglesia que tantas veces había visto desde la camioneta.

Regresé a Antigua por la calle ancha de los Herreros, donde está el JocoFut y el restaurante de Christophe.

Después de tres horas de paseo, al llegar a casa me encontré con Sindy, Mariajosé y su novio que habían venido a recoger a María para irse a las fiestas del pueblo de Mariajosé (sí, así.. todo junto!) "Se quiere venir, usted?" dijo Sindy desde el carro... y allá que me fui.

Curvas, reaggeton y conversaciones intrascendentes. Llegamos a San Andrés de Itzapa antes de que saliera la procesión de la Virgen de la Concepción. No teníamos muy claro a qué íbamos, pero cuando regresabamos por la noche estaba bastante claro: una celebración de carnaval en toda regla con un toque mariano para tratar de evitar la inevitable victoria de don Carnal.

El desfile empezaba con un camión (sí, un camión) sobre el que habían montado a la Virgen de Concepción entorno a un niño en silla de ruedas, otro en una camilla y otro con muletas. "Salud de los enfermos", se podía ver en los costados. Le seguían otras carrozas con la Virgen de Guadalupe, la Anunciación y el Nacimiento... todas protagonizadas por niños encarnados en los papeles de María, Jesús y el angelito. Divino.

Después llegaban otras rancheras cargando altavoces enormes que ponían la música al baile que, con mayor o menor gracia, se marcaban los grupos de amigos y familiares que seguían la procesión. Payasitos, animales de la selva, hindúes, árabes, santa claus travestidos, bailarinas travestidas, jugadores de futbol travestidos.. sí , al final abundaban los travestidos! ;)

Tres vueltas eran las de rigor para que todo el pueblo disfrutara de la fiesta, que acababa como a las seis de la tarde en las puertas de la catedral. Divertido, cada cual con lo suyo. Todos lo pasaron bien, pero aún no he encontrado una explicación razonable a la no participación de vecinos indígenas en la fiesta: no les gusta disfrazarse? no comparten la fe católica y por eso se quedan al margen? no tienen plata para los trajes? disfrutan viendo al resto y no necesitan someterse al ridículo del travestido? booh?

La familia nos acogió con los brazos abiertos. Almorzamos estofado, arroz y verduras acompañadas por jugo de chicha (un zumo difícil de explicar..) Todos muy amables, gracias!

De vuelta a casa, David estaba saliendo con Telma, Rosina y Jorge.. cena en el café Flor, a media cuadra del parque central. Una cena agradable, todos juntos después de las vacaciones, que acabó con los trucos de magia de un tipo genial (tanto con los nudos y las cuerdas como con las cartas) y con la histriónica interpretación de Jose (el dueño del local) al piano... Un chupito de mezcal y otro de tequila coronaron la velada.

Pero no acabó ahí... nos fuimos a nuestro particular centro de fiestas con cañonera, cojines y servicios básicos. La vergüenza ajena es un sentimiento que aflora cuando ves a un grupo arrodillarse ante una proyección en video de El Buki, uno más de la familia...

Fui el primero en abandonar la fiesta, quizás por la falta de alcohol en vena, el desinterés por movimientos subculturales musicales y la frustración al ver a qué podemos llegar con la edad... para qué?

"No hay necesidad..." escucho en mi casa desde pequeño.

Paseo, cultura popular y acercamiento a movimientos futuristas algo deprimentes. Un sábado bien completo.



AB

viernes, 25 de enero de 2008

Final de otra semana...

Por fin viernes! No es que haya sido una semana dura de trabajo... pero entre la subida al volcán y la búsqueda de casa, he caído todas las noches rendido!

Lo del volcán estuvo bien. El domingo me metí en la cama como a las nueve de la noche, el lunes a las diez y el martes, cuando vi el reloj, me escandalicé! Eran las 23.51 y aún no estaba en la cama! ;))

En esta semana, además de seguir con la lectura de Atxaga, me pasé un rato divertido con Gato negro, gato blanco, una de esas películas que tenía pendiente hace enones!

Ya cuento 15 días de la segunda época... en total, con interrupción navideña, son 93 días en este país. El señor Fogg ya llevaría tres días descansando en Londres después de haber dado la vuelta al mundo... eso me da que pensar!

Después de este tiempo, conociendo un poco el país y la gente, me voy resignando a soltar pasta por una casa... Las que están lejos son baratas (ninguna ganga!), pero están sin amueblar o tienen el techo de láminas (uralita...); y las que están cerca son caras (bastante caras) y pequeñitas... lo que llamarían los inmobiliarios "algo coqueto" o "cómodo de limpiar!"... ;)) Pero necesito mi espacio!

No pido mucho, simplemente no vivir en una casa ahumada por el tabaco.. por ejemplo!

El otro día tuve una conversación telefónica con una niña estupenda (una de tantas... gracias por la llamada!) y comentábamos la vida de algunos cooperantes.. como en todo, también en este campo "hay gente pa tó!", que diría el Gallo.

El especimen más fácil de encontrar, sin faltar a nadie y con ánimo únicamente descriptivo, es el que vive en una casa estupenda (ahí si que no puedo hablar muy alto, porque visto lo visto...); que tiene señora de la limpieza (María lleva trabajando en casa seis años, cuando vinieron los primeros jóvenes cooperantes a la casa...); que cenan en sitios caros, pagando tranquilamente 15€ en cada cena y saliendo fuera cinco veces por semana; enchufados continuamente a "cervecita, copita y porrito", a falta de uno.. doble de otro!; y con una facilidad asombrosa para intercambios físico-sentimentales, haya o no pareja estable de por medio.

Así descritos parece que esta profesión se define por el exceso... pero no, yo es que soy muy exagerado! Son los que más se ven, pero no son todos. No estamos hablando de vida austera coherente con los principios que rigen nuestra actividad... cada uno que haga lo que quiera; pero sorprende ver 4x4 de organizaciones públicas y privadas aparcados el domingo en Monterrico, o trenes de vida impensables en España y a los que se suben aprovechando la diferencia en los niveles de vida... Es cierto que tienes que tomar ciertas precauciones (básicamente por seguridad...) pero entre una cosa y la otra.. hay mucha distancia!

El objetivo último no es juzgar a nadie, no somos quienes, sino haceros ver que hay mucha gente trabajando en esto que tiene motivación, que no está aquí como podría estar en Cáceres, Sydney o Helsinki. Claro que bebemos cerveza!

Seguramente estas palabras se me vuelvan en contra sin haber siquiera conseguido explicarme bien, pero es algo que tenía en la cabeza desde que llegué y que, hablando con la tica, volvió a surgir.

Os pego un extracto y el link externo de un artículo sobre el "síndrome del dios cooperante", artículo que publicó Maricel Chavarría en La Vanguardia el 5 de noviembre, cuando la crisis de aquella organización francesa que intentó llevar niños a Francia de forma más que irregular. No tiene mucho que ver, pero está relacionado... (¿?) ;))

"Hay de todo en el mundo de la cooperación: hay quien se inicia por creencias religiosas; quien piensa que quiere llevar una vida alternativa a la sociedad de consumo; ésos son los utópicos que quieren cambiar el mundo. Luego está quien, tras veinte años en una oficina, se harta y se apunta porque lo ha idealizado, y otros muchos que huyen de fracasos matrimoniales, profesionales..."


Si la mitad de la gente de la agencia, por ejemplo, tuviera un compromiso real... esto sería otra historia! (esto va por las llamaditas que hice esta mañana...)

En fin, buen fin de semana a todos! Gracias por los mails y comentarios de esta semana... ;)))

Anoche hice una tortilla de patatas! ;))

Cuidaos,



AB

martes, 22 de enero de 2008

Retomando la vida en Antigua...

Los días pasan y cuesta retomar el ritmo... Antes de Navidad todo fueron carreras y noches de trabajo, así que supongo que ahora estoy con la resaca... me cuesta concentrarme.

Para el nuevo año tenemos muchos proyectos en marcha.. queremos hacer algunas mejoras en los materiales que utilizamos y habrá que poner en pie nuevas historias! A ver cómo se nos da...

Lo que me viene quitando el sueño es el tema de la casa... pero creo que lo solucionaré en los próximos días! Ya he empezado a visitar el cajero de vez en cuando para poder pagar mes de renta y fianza! Es cuestión de esperanza.. o no?

Hoy me he pasado la tarde contestando mails de "Feliz Navidad" y "Feliz Año"... más vale tarde que nunca! Creo que han salido unos dieciséis.. y queda alguno más! Ahora me voy a poner con una tarea que tengo atravesada y que tendría que haber entregado ya hoy.. además mañana perderemos la mitad de la jornada en la embajada para resolver los papeleos del voto como residentes temporales en el extranjero.

Voy poniendo en orden mi vida en Guate.. en cuanto tenga la casa, a llenar la despensa y a cocinar como Dios manda! Lentejitas, frijoles, ensaladas y tomate frito! Qué ganas de comer lo que sea con tomate frito! Sí, es algo fácil.. uno de esos tesoros de la vida sencilla, pero aún no he tenido la oportunidad de ponerme con ello!

Ayer empecé las clases de francés, así aprovecho las tardes de lunes y miércoles de 18,30 a 20,30... creo que hasta me dará para hacer algún examen oficial antes de irme! Así que genial!

Luego vendrán el yoga y el gimnasio.. ya tengo los pantalones para estirarme sin problemas y unas zapatillas de mi talla!

Cuando te falta gente, hay que rellenar el tiempo con cosas... Sería estupendo teneros aquí, pero no puede ser... o sí?? Ya hay un par de visitas programadas, alguien más se anima? Será estupendo hacer novillés por irme con vosotros por ahí a destapar sensaciones!

Por ahora me hacen compañía el Cuaderno de Nueva York de José Hierro (uno de los indispensables de Navas) y El hijo del acordeonista de Bernardo Atxaga, mi primer acercamiento al mundo vasco.



AB

domingo, 20 de enero de 2008

Acatenango, o cómo llegar hasta arriba sin morir en el intento

Eran las 9.03 cuando estaba recogiendo el saco de dormir que había alquilado. Luis Pedro me llamó desde la ciudad diciéndome que estaría por Antigua en una hora.

Además del saco, barritas de cereales, pasta con tomate, galletas, zumos y unos cinco litros de agua. Quizás demasiada comida, pero nunca se sabe... y si nos perdíamos y tardaban una semana en encontrarnos? ;)

Los compañeros de aventura era un puñado de treintañeros (ups!) amigos de Luis Pedro: Juan Pablo, Rodrigo y Hugo... todos casados, con hijos y con una aventura de fin de semana por delante. El más experimentado, Juan Pablo, era de un grupo de alpinismo en sus años mozos... ya había subido unas tres veces el Acatenango, además de otros volcanes como el Agua, el Pacaya o el Ipala.
Nuestro objetivo era el Acatenango, con sus 3.976m es el tercer volcán más alto de Guatemala después del Tajumulco (4.250m) y el Tacaná (4.092m). La última erupción fue en 1972, aunque hoy bien nos hubiera venido que escupiera un poquito de calor.

Empezamos a subir a las 11.40 de la mañana por la cara norte del volcán, por un camino de tierra, cansino y polvoriento, entre campos de cultivo. El sol, que brillaba por encima de la ladera, nos servía por entonces de guía.

Abandonado el camino, pasamos a un sendero de tierra compacta que zigzagueaba entre las raíces de los árboles y la sombra de los helechos. Debíamos llevar ya un par de horas caminando y el esfuerzo empezaba a notarse. Alguna foto, un trago de agua o alguna planta extraña nos servían de excusa para hacer un alto en el camino.

Una flor que nos llamó la atención fue la "manita del diablo", no podría tener un nombre más acertado.
En un rellano del camino habían construido una zona de descanso con maderas del lugar para reponer fuerzas. A las 14.30, la pasta con tomate que me había preparado por la mañana me supo a gloria. Los frutos secos fueron también el combustible necesario para seguir la caminata.

Hasta entonces no nos habíamos cruzado más que a un grupo de cuatro "cuates" que subían más despacio. Juan Pablo nos había advertido que donde dejó el coche había unos doce o catorce coches más, así que en la cumbre podíamos encontrarnos con un grupo numeroso de aventureros...
La zona de los pajonales es de las más curiosas, marca la frontera entre el bosque tropical con lianas, musgo, helechos y humedad que habíamos pasado y la zona de bosque de conífera con matorrales que nos esperaba. Al parecer, una plaga de gorgojos está matando parte de ese pinar... El paisaje se volvía desalentador: árboles muertos a nuestro alrededor envueltos en una intensa neblina que se nos había echado encima.

El cambio de temperatura nos obligó a encasquetarnos gorros, guantes y sudaderas. Después de cuatro horas de camino, llevábamos la mitad de la distancia recorrida, pero la dificultad aumentaba a cada paso. El frío se unía a la humedad de la niebla, que se condensaba en las hojas de los pinos y provocaba una leve llovizna.

Hugo ya había dado repetidas muestras de exceso de equipaje: unas 50 libras.. no se aún calcular en libras, pero llegamos a la conclusión de que equivaldría a más de 20 kilos. ¿Qué llevaba? Comida para tres semanas. Su mujer se había encargado de cargar esa mochila con manía (cacahuetes), latas de fruta, latas de leche condensada y latas de atún (los envases más pesados son las latas...), además de un par tuppers con sandwiches, cuatro litros de gatorade, galletas, dulces, barritas de cereales y zumos. Ejem...

A cada rato parábamos para pasarnos una de las mochilas de Hugo para ayudarle con el peso, pero ya estaba pinchado... la espalda le molestaba y el corazón se le aceleraba apenas intentaba coger ritmo.

Los tres en cabeza llegamos como a las 16.45 a la zona de tierra suelta. La vegetación fue desapareciendo poco a poco, apenas unos matorrales que orilleaban el camino. Al dar un paso, la bota se deslizaba sin darte tiempo a subir con el otro pie... un paso adelante, medio paso atrás. Cansado, como cuando intentas subir a lo alto de una duna en la playa.

El primer pico, el Yepocapa, nos recibió con un fuerte viento... más aún que el que habíamos tenido en el último tramo. La niebla, el frío y el viento, tres enemigos imbatibles en el cuerpo a cuerpo. Pasamos por el campamento donde se habían refugiado ya algunos que habían decidido abandonar hasta la mañana siguiente.

Nos abrigamos aún más, localizamos las linternas y emprendimos nuestra ruta por la Horqueta, paso entre el Yepocapa y el Pico Mayor, a las 18.05. El sol hizo un intento tímido de calentar nuestro último tramo, apenas unos segundos para despedirse hasta hoy.

Aún nos quedaba hora y media de camino. La luna, que superaba ya su cuarto creciente, nos iluminó suficiente para continuar nuestros pasos sin miedo. Cansados, con frío, con falta de oxígeno por la elevada altitud... pero sin miedo.

A un lado un cráter menor pero de gran profundidad; al otro, las luces de la capital, de Antigua y la silueta del volcán Agua. A los lejos, el rojo impresionante de los ríos de lava del Pacaya. Todo un espectáculo, una recompensa más a tantas horas de esfuerzo.

El último tramo, antes de coronar el Acatenango por la izquierda, volvía a ser de tierra suelta. Un paso adelante, medio atrás. En la peor de las ocasiones, cuando el cansancio no te permitía clavar bien la bota, retrocedías aún más en vez de avanzar.

Hacia las siete y media de la tarde llegamos a la orilla del cráter. Bajamos enseguida para montar las tiendas antes de que bajara aún más la temperatura.

Los cinco nos metimos en una de las tiendas, el calor humano era más que necesario. Cena sin lujos, pero completa.. incluyendo varios trozos de pizza que la mujer de Hugo le había metido en su picnic-pack!

Juan Pablo, que hasta entonces y por su condición de líder no se había quejado más que de su maltrecha rodilla, sufrió una bajada de temperatura espectacular. Ni dos barras de 400 kilocalorías ni las bolsitas que generan calor -esas que la gente utiliza para después del esquí- fueron suficientes para que entrase en calor.


Finalizado el convite, comenzó la juerga. Cansados y rendidos, nos metimos en nuestros sacos acurrucados por los rugidos del cercano volcán de Fuego, activo y en alerta amarilla.


La noche, hasta las doce y media, fue bien. Sin embargo, un viento envalentonado empezó a remeter contra la tienda, las paredes chorreaban agua que se había condensado y recibías un desagradable bofetón húmedo en mitad del sueño. El agua bajaba por las paredes de la tienda como por un paraguas, empezamos a acumular charquitos y nos acomodábamos en las posturas más increíbles.



Al tercer bofetón, metí la cabeza en el saco como tortuga en su caparazón... y así me pasé la noche, hasta las cuatro de la mañana, cuando decidimos dejar de intentar dormir y preparar algo de comida caliente.


La idea era ver amanecer, pero la niebla nos había castigado a tener un día londinense, gris y húmedo.


Frijoles, chocolate a la taza y hasta una sopa de sobre... el menú del desayuno fue variado para compensar la cena frugal de la noche anterior. Yo engullí un sandwich de jamón y queso, con el untado de frijoles volteados típico del lugar.


A las seis salimos a dar una vuelta. El viento empujaba nubes con violencia por encima de nuestras cabezas. Al salir a la orilla suroeste del cráter, era complicado mantener la verticalidad. El viento amenazaba con embaucarte y hacerte partícipe de su vuelo ladera abajo entre peñascos. Por un momento, resguardados entre unas rocas, el cielo se despejó por completo: ahí estaba la recompensa... el volcán de Fuego en toda su inmensidad. Frente a frente, a doscientos metros por debajo de nuestro punto de referencia.


Si hubiéramos tenido suerte, podríamos haber disfrutado de las vistas de toda la cordillera volcánica de Guatemala: el Santa María, el Tajumulco, el San Pedro, el Atitlán... se hubiera divisado hasta el Océano Pacífico desde allá arriba. Una pena, habrá que regresar.


Al concluir el espectáculo, me di cuenta de mi estado: los pantalones de pana mojados, el jersey con pequeñas gotas congeladas, y los guantes chorreando. Era el momento de recoger las tiendas, montar las mochilas y subir a la cruz que marca el punto más alto de las orillas del cráter.


Congelado, con la cara cortada por el viento y con las gafas empapadas por la humedad de la niebla, llegué al punto más alto que jamás había alcanzado: 3.976m. Nada del otro jueves, pero toda una experiencia.


Iniciamos la bajada entre piedras y "resbaladeros" de arena que facilitaban el ritmo... ahora sí, con un paso, avanzábamos tres. Nos cruzamos con gente del lugar que se dedica a subir y bajar las mochilas de gringos o aventureros comodones que prefieren dejar a otros el trabajo duro.


No era el mismo camino que hicimos el día anterior, pero sí tenía las mismas características... pasamos de la tierra suelta al bosque de pinos muertos entre tinieblas, con llovizna y frío. Después de los pajonales pasamos al bosque húmedo con helechos, y más tarde al bosque tropical con lianas.


La temperatura nos devolvió la vida, el calor y el oxígeno nos ayudaron en la bajada... haciéndonos olvidar la aventura antártica que habíamos vivido ahí arriba.


Cansados pero satisfechos, sabiendo que había sido duro pero no difícil. Retomamos el camino a casa con barro en las botas, con todas las mochilas empapadas y con la ilusión de regresar otro día para poder disfrutar de un amanecer despejado.






AB



pd. la foto es de Luis Pedro, de la subida del año pasado...

viernes, 18 de enero de 2008

Bizcochos, pizzas y regalos inesperados...

A las 17.00 h. del miércoles ya recibí la primera llamada desde España para felicitarme.

El jueves 17, bien temprano, cuando estaba a punto de calzarme, María y David se presentaron en mi habitación con un bizcocho de Doña Luisa con 28 velas. No estoy seguro, pero creo que nunca he tenido un pastel con velitas... o sí? boh? no recuerdo.

Al llegar al centro, Wendy me anudó en la muñeca una pulsera de hilos. Después recibí otro regalo vía mail... estupendo, gracias!

A media mañana, como aún no se incorporó el equipo de cocina, ofrecí unos bizcochos de semillas y banano del Sabe Rico a la gente del centro.

Almorcé con Wendy. Seguí recibiendo vuestras llamadas de felicitación (gracias!) y tuve que interrumpir una de ellas...

Pastel sorpresa y canciones varias para festejar los 28! Cristina me dejó un regalo, uno de esos libros desconocidos y apasionantes... literatura guatemalteca, claro! Algo así como "El señor Adalberto y la bomba nuclear".

Por la tarde tapas, vino y pizzas... y otro regalo sorpresa! David, Laetitia y María me regalaron unos pantalones anchos de algodón que me vendrán estupendamente para yoga...

El día de 31 horas estuvo bien divertido. El cariño no deja de ser intenso a pesar de la distancia.

Gracias por llamadas, sms y mails... Mañana me enfrentaré a mi primer reto con 28 años: la subida al Acatenango, el tercer volcán más alto del país... unos 3.975m!

Volveré por aquí para contaroslo.

Un abrazo,


AB

jueves, 17 de enero de 2008

28, que no son pocos...

Ni más ni menos: 28 años.

Diez años fuera de casa... he tenido cumpleaños en Madrid, en Milán y, ahora, en Guate; a pesar de la distancia os he sentido siempre muy cerca.

Cambia mucho la vida en diez años. Por el 98 sólo había salido una vez del país, cuando estuve en Inglaterra para estudiar inglés... ni Portugal, ni el Peñón ni nada de nada!

Mi vida era Sevilla, mi familia estaba en Sevilla, mis amigos estaban en Sevilla y no conocía más catedral que la de Sevilla. Ahora todo es diferente: la familia está repartida, los amigos desperdigados por el mundo y, además de catedrales, he conocido templos griegos, mayas, hindúes y protestantes. Mi cabeza ha crecido y mi corazón se ha ensanchado.

Gracias a todos por estar ahí. Un abrazo fuerte,


Alejandro

miércoles, 16 de enero de 2008

Día 5, II época

Tras la visita del domingo, hemos tenido una tranquila vuelta al trabajo... no hay cursos, hay gente de vacaciones y, después de las prisas de diciembre, vamos a otro ritmo... sin prisa, pero sin pausa.

Además ahora estoy volviendo a retomar tareas como la búsqueda de casa. David no se va a Argentina, así que su habitación no se queda libre... petate listo para marchar, ni he sacado las cosas de la mochila con la que llegué el sábado!

Busco algo sencillo: una habitación, cocina y baño... si tiene dos habitaciones, mejor! yo pido poco... el problema es que en Antigua piden mucho. Por un micro espacio con cama, mesa y cocina en un rincón, además del baño, te piden 3.700 quetzales... unos 370€! No, no me apetece pagar 370€ por una habitación con cocina en Antigua.

Estoy mirando también en las afueras. Esta tarde visito una casa como a 20/25 minutos del trabajo. Está en una colonia medioqué y por una casa de 2 niveles con 4 habitaciones, 3 baños, salón, comedor y cocina me piden 2.500 quetzales. Increíble, verdad?

Pues nada, a ver que tal se me da... no tengo prisa, pero me gustaría tener un apartamentito decente la semana que viene.

Hoy me acostaré con 27, amaneceré con 28. Igual empiezo a celebrarlo a las 5 de la tarde, las 0.00 en España... ;))



AB

lunes, 14 de enero de 2008

Una visita realmente breve

Nos lo avisaron el miércoles antes de Navidad, cuando ya se había ido la mitad del equipo de vacaciones y a la otra mitad le quedaban tres días. Así que ha sido todo muy rápido, sin tiempo para preparar nada. Una cosa es lo que "no es necesario" y otra lo que "se debería hacer"; se hizo lo necesario, pero no todo lo que deberíamos haber hecho. Pero debemos estar contentos, todo salió razonablemente bien.

Teníamos a los medios ya acorralados en una esquina a la sombrita mientras llegaba nuestro amigo Felipe, los perros ya habían pasado por los equipos buscando explosivos y a ellos los cachearon los de seguridad presidencial... Con media hora de retraso, aterrizó procedente de Panamá con su comitiva: cuatro coches sin contar la avanzadilla que ya llevaba un par de días en Antigua. Salió del coche y empezó a saludar.

Flashes, empujones, gritos de "majestad", "Príncipe!" o "Felipe!" para atraer su atención... Todo el mundo excitado después de un par de horas de aburrida espera. El cordón de seguridad es considerable, la comitiva la forma fauna de diferente pelaje político: una secretaria de Estado que solía presentarse a las elecciones por Madrid enfundada en su chupa de cuero, un presidente de la Agencia que fue embajador de España en Guatemala allá por los ochenta, nuestro embajador (un tipo simpático), la primera concejal saliente, el alcalde de la municipalidad de Antigua entrante y otros tantos que quien sabe qué hacen por aquí.
Al servicio de su majestad: un par de militares, un teniente (primera colaboración con militares ha ido bien... exigente y directo, pero razonable), personal de seguridad, encargados de protocolo y responsable de prensa de la Casa del Príncipe. Toda una nube a la que se unió la directora del centro, el jefe jefazo de la OTC en Guatemala y el director del programa de Patrimonio. Todos siguiendo la estela del más alto mientras mendo, el fotógrafo oficial de la Casa y los cámaras de TVE y EFE, caminábamos de espaldas apretando nuestros gatillos tratando de tener la "imagen"... Una entre quinientos disparo suele merecer la pena.

La visita fue prácticamente como un baile con cambio de pareja continuo. Cuando cada uno terminaba su rollo daba un paso atrás para dejar paso al siguiente trovador... me extrañó la capacidad de terminar una historia y dejar paso al siguiente sin necesidad de despedirse, se perdería demasiado tiempo.

En el patio de la huerta estaban los 80 alumnos de la escuela taller preparados sobre una tarima para hacerse la foto oficial con todos los visitantes. Allí volvían a concentrarse los medios, privados de seguir la visita al centro por problemas espacio-temporales. Fotos, fotos y más fotos. El momento de la placa fue el más teatral. TVE y EFE se habían escapado del pelotón para seguir la visita por los nuevos espacios: "Que os perdéis la placa!", les advertí mientras charlaban con la gente de la OTC sobre cómo ponerse mejor para salir en la foto. Corrieron fuera, ya estaba el resto de los medios ocupando su posición.

Nuestro hombre estaba ya con una mano en la placa cuando alguien de su equipo gritó "Un momento, alteza!" para darle tiempo a EFE de recolocarse tras su intento de plantarse delante del resto de las cámaras. Con una sonrisa preguntó: "Todos preparados?" y descubrió la placa con una pasmosidad asombrosa, absolutamente profesional, dando tiempo a todos de tomar la mejor imagen, acompañándo el último tirón de la cortinilla con una sonrisa a cámara. Cuantos años de preparación para ser modelo real!

Seguimos el recorrido por la exposición de la OTC sobre el trabajo realizado en los últimos años en Guatemala. Montada ex-proceso para la visita de sus padres el año pasado, la desempolvaron para amortizar la producción y mostrar años de buen trabajo.

Al salir al primer claustro, el equipo de formación y mantenimiento ya formaban en una esquina para tener también su fotografía oficial. Nuestro amigo se metió en el centro, echándose atrás a medida que se daba cuenta de que tabapa a alguno... fue entonces cuando las chicas le agarraban y se achuchaban para estar cerca de él. "Les voy a tener que enviar una copia a cada una!", chistoso. Las más atrevidas le echaron la mano a la espalda, mientras le pedían una foto más personal. (Si agudizáis la vista, me encontráis en diagonal izquierda, alineado con nuestro embajador y la cabeza más alta...)

En la puerta del centro esperaba su turno el cronista oficial de la ciudad para llevarle caminando hasta el parque central. Fuera se había concentrado de nuevo la masa de medios y curiosos que se habían enterado de la visita. Gritos, fotos y un "papacito!" que sonrojó a alguno... la traducción sería "buenorro!", "cachondo!" o cualquiera que se os ocurra con cierta connotación pícara...

Creí que mi posición en ese momento era contener a los medios, que volvieron a tirarse encima de la comitiva intentando, incluso, tener declaraciones "reales"... Pero al cruzar la esquina me vi a trescientos metros del centro, caminando espalda contra espalda con el Ppe y sin nadie de seguridad al lado. Eh? En ese momento se me pasaron las típicas imágenes del asesinato de Kennedy, conteniendo medios, mirando entre la gente y de espaldas al objetivo... Y que hago yo aquí? No tengo contrato con la Casa ni soy militar... Avancé un poco, toqué la espalda del teniente y le advertí "yo vuelvo al centro, cuidad este flanco"... y dando mi primera orden como civil a un militar, regresé sobre mis pasos.

Allí todos estaban ya disfrutando del aperitivito que se ofrecía. Wendy ya estaba preparando la información, yo descargué las fotos y estuve pendiente del equipo de EFE, que transmitía desde el centro para no perder tiempo. "TVE tenía satélite a la una, así que no regresan". Ok. Hasta las tres me quedé con ellos, tratando de colaborar con ellos en lo posible.

Camino a casa agarré una ensalada con pollo en el "Personajes", que me sirvió de almuerzo y cena.

Por la tarde, una de esas visitas que sí hacen ilusión: Pilar y Guimbo, que trajeron carnaza para preparar una cena conjunta con Laetitia y Lucía, que venían de la playa. El jet lag, el cansancio y la falta de ganas para meterse en la cocina frustró el plan, pero el rato de charla nos lo llevamos puesto a la cama.

Impresiones? Es un tipo profesional, sabe hacer muy bien su tarea y, al fin y al cabo, está llamado a ser el próximo Jefe del Estado. Suerte.



AB

domingo, 13 de enero de 2008

La vida sigue igual...

Regresé ayer por la tarde a Guatemala. Dejé las cosas en casa y me marché a dar un paseo para estirar las piernas. Los mismos adoquines, las mimas pocas farolas y las mismas sonrisas en el parque... nada a cambiado.

Esta mañana de domingo ha empezado a las 5.30. No se si el desfase horario o las cosas que tenía por la cabeza...

A las 8 y pico estaba ya en el centro con los últimos prerativos para la visita del Príncipe. Después de un "feliz año, que tal todo?", Wendy ya estaba con los dossieres de prensa. Nos pusimos un poco al día, medidas de seguridad y punteo de periodistas. Todo ha sido rápido, unos 40 minutos. Ha sido divertido.. en serio!

Ya os contaré más...

Aquí tenéis una de las fotos.



AB


Lunes 14, 9.46

Por cierto, la Navidad ha ido bien... ha habido tiempo para la familia, para los amigos y para Isa; estas tres semanas, aunque se ha pasado volando, me han servido para confirmar mis sospechas: soy como una rana, cada tanto necesito volver a la charca para estar con mi gente... vamos, que se necesito tener siempre hasta arriba el depósito emocional.

Ha habido sorpresas, buenos almuerzos, tapas con amigos,copas, merendolas familiares, excursiones al campo y a la sierra, frío (hasta -4!), regalitos (gracisa a todos!), recién nacidos, embarazos, adelantos de bodas, cine, confesiones inconfesables, ratitos de cariño y alguna noche nostálgica entre amigos recordando nuestra historia. Pero ha pasado muy rápido el tiempo y no ha habido tiempo de otras muchas cosas que debía o me apetecía hacer. Este año ni siquiera envié mails para felicitaros la Navidad o el Año Nuevo... aprovecho desde aquí, antes de que sea más tarde!

Y ya estoy de vuelta! Preparado para seis meses de trabajo más tranquilo (eso espero!), más cerca de Isa y con varias visitas programadas (aprovechad, esto es un paraíso...).

Será divertido.