A las 17.00 h. del miércoles ya recibí la primera llamada desde España para felicitarme.
El jueves 17, bien temprano, cuando estaba a punto de calzarme, María y David se presentaron en mi habitación con un bizcocho de Doña Luisa con 28 velas. No estoy seguro, pero creo que nunca he tenido un pastel con velitas... o sí? boh? no recuerdo.
Al llegar al centro, Wendy me anudó en la muñeca una pulsera de hilos. Después recibí otro regalo vía mail... estupendo, gracias!
A media mañana, como aún no se incorporó el equipo de cocina, ofrecí unos bizcochos de semillas y banano del Sabe Rico a la gente del centro.
Almorcé con Wendy. Seguí recibiendo vuestras llamadas de felicitación (gracias!) y tuve que interrumpir una de ellas...
Pastel sorpresa y canciones varias para festejar los 28! Cristina me dejó un regalo, uno de esos libros desconocidos y apasionantes... literatura guatemalteca, claro! Algo así como "El señor Adalberto y la bomba nuclear".
Por la tarde tapas, vino y pizzas... y otro regalo sorpresa! David, Laetitia y María me regalaron unos pantalones anchos de algodón que me vendrán estupendamente para yoga...
El día de 31 horas estuvo bien divertido. El cariño no deja de ser intenso a pesar de la distancia.
Gracias por llamadas, sms y mails... Mañana me enfrentaré a mi primer reto con 28 años: la subida al Acatenango, el tercer volcán más alto del país... unos 3.975m!
Volveré por aquí para contaroslo.
Un abrazo,
AB
viernes, 18 de enero de 2008
Bizcochos, pizzas y regalos inesperados...
en 9:22
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1 comentario:
Que divino, recibir una tarta con velitas, ya me gustaría a mi. Pero mis cumpleaños son tantos, que las velas practicamente, no caben jaa jaaa
Un abrazo.
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