lunes, 14 de enero de 2008

Una visita realmente breve

Nos lo avisaron el miércoles antes de Navidad, cuando ya se había ido la mitad del equipo de vacaciones y a la otra mitad le quedaban tres días. Así que ha sido todo muy rápido, sin tiempo para preparar nada. Una cosa es lo que "no es necesario" y otra lo que "se debería hacer"; se hizo lo necesario, pero no todo lo que deberíamos haber hecho. Pero debemos estar contentos, todo salió razonablemente bien.

Teníamos a los medios ya acorralados en una esquina a la sombrita mientras llegaba nuestro amigo Felipe, los perros ya habían pasado por los equipos buscando explosivos y a ellos los cachearon los de seguridad presidencial... Con media hora de retraso, aterrizó procedente de Panamá con su comitiva: cuatro coches sin contar la avanzadilla que ya llevaba un par de días en Antigua. Salió del coche y empezó a saludar.

Flashes, empujones, gritos de "majestad", "Príncipe!" o "Felipe!" para atraer su atención... Todo el mundo excitado después de un par de horas de aburrida espera. El cordón de seguridad es considerable, la comitiva la forma fauna de diferente pelaje político: una secretaria de Estado que solía presentarse a las elecciones por Madrid enfundada en su chupa de cuero, un presidente de la Agencia que fue embajador de España en Guatemala allá por los ochenta, nuestro embajador (un tipo simpático), la primera concejal saliente, el alcalde de la municipalidad de Antigua entrante y otros tantos que quien sabe qué hacen por aquí.
Al servicio de su majestad: un par de militares, un teniente (primera colaboración con militares ha ido bien... exigente y directo, pero razonable), personal de seguridad, encargados de protocolo y responsable de prensa de la Casa del Príncipe. Toda una nube a la que se unió la directora del centro, el jefe jefazo de la OTC en Guatemala y el director del programa de Patrimonio. Todos siguiendo la estela del más alto mientras mendo, el fotógrafo oficial de la Casa y los cámaras de TVE y EFE, caminábamos de espaldas apretando nuestros gatillos tratando de tener la "imagen"... Una entre quinientos disparo suele merecer la pena.

La visita fue prácticamente como un baile con cambio de pareja continuo. Cuando cada uno terminaba su rollo daba un paso atrás para dejar paso al siguiente trovador... me extrañó la capacidad de terminar una historia y dejar paso al siguiente sin necesidad de despedirse, se perdería demasiado tiempo.

En el patio de la huerta estaban los 80 alumnos de la escuela taller preparados sobre una tarima para hacerse la foto oficial con todos los visitantes. Allí volvían a concentrarse los medios, privados de seguir la visita al centro por problemas espacio-temporales. Fotos, fotos y más fotos. El momento de la placa fue el más teatral. TVE y EFE se habían escapado del pelotón para seguir la visita por los nuevos espacios: "Que os perdéis la placa!", les advertí mientras charlaban con la gente de la OTC sobre cómo ponerse mejor para salir en la foto. Corrieron fuera, ya estaba el resto de los medios ocupando su posición.

Nuestro hombre estaba ya con una mano en la placa cuando alguien de su equipo gritó "Un momento, alteza!" para darle tiempo a EFE de recolocarse tras su intento de plantarse delante del resto de las cámaras. Con una sonrisa preguntó: "Todos preparados?" y descubrió la placa con una pasmosidad asombrosa, absolutamente profesional, dando tiempo a todos de tomar la mejor imagen, acompañándo el último tirón de la cortinilla con una sonrisa a cámara. Cuantos años de preparación para ser modelo real!

Seguimos el recorrido por la exposición de la OTC sobre el trabajo realizado en los últimos años en Guatemala. Montada ex-proceso para la visita de sus padres el año pasado, la desempolvaron para amortizar la producción y mostrar años de buen trabajo.

Al salir al primer claustro, el equipo de formación y mantenimiento ya formaban en una esquina para tener también su fotografía oficial. Nuestro amigo se metió en el centro, echándose atrás a medida que se daba cuenta de que tabapa a alguno... fue entonces cuando las chicas le agarraban y se achuchaban para estar cerca de él. "Les voy a tener que enviar una copia a cada una!", chistoso. Las más atrevidas le echaron la mano a la espalda, mientras le pedían una foto más personal. (Si agudizáis la vista, me encontráis en diagonal izquierda, alineado con nuestro embajador y la cabeza más alta...)

En la puerta del centro esperaba su turno el cronista oficial de la ciudad para llevarle caminando hasta el parque central. Fuera se había concentrado de nuevo la masa de medios y curiosos que se habían enterado de la visita. Gritos, fotos y un "papacito!" que sonrojó a alguno... la traducción sería "buenorro!", "cachondo!" o cualquiera que se os ocurra con cierta connotación pícara...

Creí que mi posición en ese momento era contener a los medios, que volvieron a tirarse encima de la comitiva intentando, incluso, tener declaraciones "reales"... Pero al cruzar la esquina me vi a trescientos metros del centro, caminando espalda contra espalda con el Ppe y sin nadie de seguridad al lado. Eh? En ese momento se me pasaron las típicas imágenes del asesinato de Kennedy, conteniendo medios, mirando entre la gente y de espaldas al objetivo... Y que hago yo aquí? No tengo contrato con la Casa ni soy militar... Avancé un poco, toqué la espalda del teniente y le advertí "yo vuelvo al centro, cuidad este flanco"... y dando mi primera orden como civil a un militar, regresé sobre mis pasos.

Allí todos estaban ya disfrutando del aperitivito que se ofrecía. Wendy ya estaba preparando la información, yo descargué las fotos y estuve pendiente del equipo de EFE, que transmitía desde el centro para no perder tiempo. "TVE tenía satélite a la una, así que no regresan". Ok. Hasta las tres me quedé con ellos, tratando de colaborar con ellos en lo posible.

Camino a casa agarré una ensalada con pollo en el "Personajes", que me sirvió de almuerzo y cena.

Por la tarde, una de esas visitas que sí hacen ilusión: Pilar y Guimbo, que trajeron carnaza para preparar una cena conjunta con Laetitia y Lucía, que venían de la playa. El jet lag, el cansancio y la falta de ganas para meterse en la cocina frustró el plan, pero el rato de charla nos lo llevamos puesto a la cama.

Impresiones? Es un tipo profesional, sabe hacer muy bien su tarea y, al fin y al cabo, está llamado a ser el próximo Jefe del Estado. Suerte.



AB

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues yo voy a empezar a ensayar con la cortina del baño, no sea que algún día tenga que hacer algo de eso y me pille de sorpresa! ;)
Besitos pillo

Anónimo dijo...

Joé, Jandro, ¡pero menudas amistades me traes!. Como dices, un tipo muy profesional que hace muy bien su trabajo(¡un modelo real de primera!), y además un relaciones públicas cojonudo porque, si nos tenemos que fiar de los Aznares y Zapateros para mantener buenas migas con el resto de países vamos apañados.
Un fuerte abrazo desde Madrid... ya sabes.