lunes, 11 de febrero de 2008

Domingo de procesión

El domingo suele ser un día ajetreado... hordas de capitalinos invaden la ciudad colonial para pasear por las calles como no pueden hacer por las de la capital. Ahora, tiempo de Cuaresma, también llegan atraídos por las procesiones.

El primer domingo de Cuaresma salen los de Santa Catalina de Bobadilla. Aunque el concepto de procesión no difiere mucho del que tenemos en España, en la práctica es algo diferente. El esquema es similar: cucuruchos (sin cucurucho), andas con la imagen de Jesús y otras con la de la Virgen, música y gente alrededor...

El carácter propio lo definen las alfombras de serrín, flores o arena; los cambios de "costaleros" según el tramo de recorrido y las señoras con velo (negro o blanco, no se exactamente por qué) que acompañan a la Virgen.

El recorrido lo empiezan los autóctonos, léase: aquellos de la hermandad que traen y llevan las imágenes; pero enseguida se van uniendo otros tantos que esperan en cada una de las iglesias... Así, se unen los judíos, los romanos, los de negro, los de blanco, etc, etc... Igual pasa con las mujeres, aunque su vestimenta negra con velo no cambia.

Cuando llegan a otra iglesia, los que llevan las andas se cambian con los nuevos devotos, incorporándose los extasiados al resto de la procesión... así crece y crece a medida que van recorriendo la ciudad. Los únicos que repiten son los propios de la hermandad de turno.

Así pasan horas y horas en un camino que podrían resolver en la mitad de tiempo; zigzagean por calles y avenidas para recorrer todos los templos antes de llegar a la Catedral.

Una vez en el parque central, se reza y cada uno regresa a casa por su lado... exceptos aquellos que tienen que acompañar a sus imágenes hasta el templo de donde salieron.


¿Notas curiosas?

La gente, arquetipos que se repiten a lo largo y ancho de la península y, visto lo visto, también por estas tierras: la señora devota esperando, los viejitos en su puerta, las familias al completo vestidas de domingo, la señorona moderna con sus gafas de sol empotradas, los niños que repiten el porrompompon de los tambores, los bocadillos de los nazarenos, las novias de los nazarenos, los que tocan las andas, las que recogen flores, los "cangrejeros" que van marcha atrás sin quitar ojo al paso, los compungidos, los que se toman su cervecita, los sufridos que no pueden tirar de su alma..



Es curioso cómo se ven comportamientos tan homogéneos con tanta distancia de por medio.. será que tenemos en común mucho más de lo que podamos imaginar que compartinos? Por favor, si alguien tiene el mail de Punset que me lo pase.. que tengo un par de dudas!

Y, por supuesto, es genial ver a unos chapines hipersonrientes vestidos de romano. Un saludo desde aquí a los romanos cordobeses, que están que ni pintaos!

Seguí unas cuatro horas de procesión, con la oportunidad única de meter la cámara sin complejos... fotos? Mañana actualizo con fotos, que Camarón está sin batería.



AB


ps. Ahí están las fotos.. si os gusta alguna, ya me contáis! ;)))

2 comentarios:

Patxi dijo...

Las fotos preciosas, Jandro, de verdad. Me han gustado especialmente la de la niña durmiendo y las dos que le siguen: una anciana suspirando al paso de la procesión y un anciano con sombrero viendo pasar las imágenes (supongo). De veras que muy bonitas.

Unknown dijo...

menudo reportaje te has marcado, chato! me ha encantado. ahora bien, yo me pregunto... con tanto paralelismo... existirá la procesión de las Turbas?? te recuerdo que la representación conquense estará allí por esas fechas. si existe, no me la puedo perder!! infórmate :)
besos desde la tediosa madrid