lunes, 19 de noviembre de 2007

Tesina, tesinae... playa, sol y arena!

El fin de semana fue de trabajo...

El sábado por la mañana estuve liado con la tesis en la oficina, y por la tarde estuve haciendo las fotos del concierto que se organizó en el centro. Tengo que acumular horas extras para pillarme días libres durante el 2008, que me van a hacer falta!

Y el domingo también estuve tesineando... la llevo atrasada, pero he avanzado un buen trecho! A ver cómo me queda, que aún no lo tengo yo muy claro...

Pero lo del placer y el deber no es incompatible... este verano he logrado combinar ambas necesidades con cierto éxito (no?), aunque es complicado!

David está pendiente de que le aprueben una asistencia técnica en otro país y lo más seguro es que se vaya en diciembre... por eso, al final, me he acomodado en la habitación de abajo. Por ahora es la opción más económica y la más "apañá", pero ya veremos!

Solucionado el tema casa, me meto de lleno en el tema tesis!

Por lo general, cuando nos dicen que algo está a punto de acabar tratamos de aprovechar lo que no hemos sido capaces de valorar mientras lo podíamos disfrutar. Yo mismo me arrepiento de no haberme movido más en mis años en Madrid aprovechando que "todo" está cerca... El caso es que David decidió irse a Monterrico el domingo y allá que nos fuimos con gente de la capital.

El auténtico plan del pasado fin de semana fue el "Festivalote", un encuentro de bandas de rock y hordas de jóvenes buscando motivos para celebrar su amistad. No podía perder el fin de semana entero, así que tiré por la opción playita de domingo.

Las olas en Monterrico tienen mucha fuerza. Lo de coger olas no es complicado, pero hay que andar con cuidado para no partirte la espalda en dos... ya he encontrado el truco! Si cuando te hace lavadora te enroscas como un ovillo, te defiendes de su embite. Es increíble, en serio. Estoy seguro de que algunos de vosotros podréis probarlo, y otros ya habréis experimentado una sensación similar. La sensación de pérdida de control, la fuerza del agua, la espuma que cubre todo cuando regresas a la superficie... es genial!

Las clases de kite de hace un par de años no cayeron en saco roto, podría parecer tarde para empezar a peinar olas... pero no, en algún momento lo haré (si mis torpes pies me lo permiten!).

Esta noche, en la cama, sentía aún el vaivén de las olas y las volteretas que nos pegaron cuando estábamos desprevenidos.

Entre ola y ola, tesis y tesis. Os aseguro que avancé! Al llegar a casa también le dediqué un rato...

Mirad que atardecer:



Lo dicho: espero que tengáis la suerte de venir por aquí. Será un placer compartir con vosotros una piña colada en el Dulce y Salado mientras el mar engulle esa enorme pelota naranja. Ayer no hubo piña colada, pero la próxima vez no se me escapa! ;)))


AB

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