Hoy amaneció despejado. Quinta avenida abajo decidí volver la mirada y sorprenderme con el volcán Agua, majestuoso y nítido. Eran poco más de las ocho de la mañana, ya calentaba el sol y la prisa evitó que me quedara absorto ante tal espectáculo.
El día se apagó, el cielo fue cubriéndose de nubes y durante algún tiempo cayó agua con fuerza acompañada de relámpagos y truenos.
Ahora se ha calmado, pero el cielo sigue plomizo.
Hasta mañana,
AB
martes, 23 de octubre de 2007
Día 20
en 16:41
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1 comentario:
Hola, Jandro, por fin me decido a visitar tu blog. Me quedé con ganas de verte antes de tu marcha, pero el día en que organizaste tu despedida me fue imposible, me enteré muy tarde.
Esta noche entraré de nuevo y leeré un rato para conocer qué tal te va todo. ¡Un abrazo muy fuerte!
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